8 de febrero de 2013

Entre Enero y Febrero: el espectáculo de los almendros en flor


Entre enero y febrero la floración de los almendros reviste el campo mallorquín de un espectacular manto blanco. En sus diferentes tonalidades del blanco al rosado, los almendros floridos anticipan la primavera cuando el invierno aún no ha acabado. Una estampa que ha sido recreada en cuadros, novelas y fotografías a lo largo de la historia. Varios autores que han escrito sobre estos árboles, mencionen que la magia del almendro reside en la gran contradicción existente entre su silueta florida en los campos invernales mallorquines, y la descarnada complexión de su figura cuando está desnudo de hojas y flores. El almendro con sus troncos imposibles rudos y rugosos con sus figuras inquietantes en los atardeceres del Llano de la Isla, en Enero pasa al árbol dulce e idílico y hermoso que cubre los campos Mallorquines con su luz.
El fenómeno de floración es generalizado en Baleares, donde en primavera se contabilizan más de siete millones de almendros (Prunus amigdalus) en flor. El Almendro (en mallorquín: ametller) está muy enraizado en la cultura y la forma de vida sentir de los Mallorquines.
El almendro es el árbol mediterráneo por excelencia. Fue el árbol del que Aarón tomó su vara mágica. Algunos autores afirman que la Menorah o candelabro de siete brazos del templo de Jerusalén, tenía sus pantallas en forma de almendras porque representaba la vara del almendro de Aarón cuando florecía.

2 de febrero de 2013

La Serra de Tramuntana





Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2011


La Sierra de Tramuntana, que se extiende por la costa occidental de Mallorca, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2011. Lo que diferencia este patrimonio de muchos otros es el hecho de que la Sierra de Tramuntana ha obtenido esta distinción como paisaje cultural, porque ha sido la influencia del hombre la que ha convertido la Sierra en este espacio único en el mundo.


La Serra de Tramuntana fue elegida por la UNESCO por sus valores paisajísticos, culturales, históricos y etnológicos.
Esta sierra es un ejemplo de cómo el hombre, a lo largo de los siglos, puede marcar un paisaje en el sentido positivo. Hoy en día, la explotación agrícola en esta zona se basa en el cultivo de los olivos y en la agricultura y es el resultado de la influencia de varias culturas y de la combinación de elementos del Islam y el Cristianismo: las terrazas construidas con piedra en seco para el cultivo de los olivos, los sistemas de regadío y canalización de agua, las casas de carboneros o las llamadas casas de nieve en lo más alto de la montaña, así como las antiguas “possessions” y un total de 19 municipios, cada uno de ellos con su propio encanto.