8 de febrero de 2013

Entre Enero y Febrero: el espectáculo de los almendros en flor


Entre enero y febrero la floración de los almendros reviste el campo mallorquín de un espectacular manto blanco. En sus diferentes tonalidades del blanco al rosado, los almendros floridos anticipan la primavera cuando el invierno aún no ha acabado. Una estampa que ha sido recreada en cuadros, novelas y fotografías a lo largo de la historia. Varios autores que han escrito sobre estos árboles, mencionen que la magia del almendro reside en la gran contradicción existente entre su silueta florida en los campos invernales mallorquines, y la descarnada complexión de su figura cuando está desnudo de hojas y flores. El almendro con sus troncos imposibles rudos y rugosos con sus figuras inquietantes en los atardeceres del Llano de la Isla, en Enero pasa al árbol dulce e idílico y hermoso que cubre los campos Mallorquines con su luz.
El fenómeno de floración es generalizado en Baleares, donde en primavera se contabilizan más de siete millones de almendros (Prunus amigdalus) en flor. El Almendro (en mallorquín: ametller) está muy enraizado en la cultura y la forma de vida sentir de los Mallorquines.
El almendro es el árbol mediterráneo por excelencia. Fue el árbol del que Aarón tomó su vara mágica. Algunos autores afirman que la Menorah o candelabro de siete brazos del templo de Jerusalén, tenía sus pantallas en forma de almendras porque representaba la vara del almendro de Aarón cuando florecía.
Según el famoso fruticultor mallorquín D. Joan Salom i Calafell, la palabra "amygdala", en Siríaco {ha-migdala}, significa árbol hermoso, expresión que ha sido aceptada por los filólogos, partiendo de la lenguas que originaron la nuestra. Es muy probable que este árbol hubiese tenido en Siria un cultivo muy extendido con anterioridad a otos pueblos de la antigüedad.
Las Civilizaciones históricas lo cultivaron, pues lo mencionan y lo conocieron en sus dos forma. dulce y amarga. Una vez ya en poder de la antigua Grecia los helenos lo transmitirían a los romanos, quienes a su vez lo extenderían por toda el área de su civilización y posiblemente lo creerían a la península Ibérica.
Parece que durante estos siglos pasados el almendro se cultivó siempre a pequeña escala. Algún almendro de gran  desarrollo en las cercanías de las viviendas generalmente sin injertar, podar, abonar, ni cultivar, pero dando frutos dulces y de buena producción que sirvieron para incrementar las plantaciones.
Otro gran propulsor del cultivo del almendro en Mallorca Pere Estelrich, a primeros de siglo definió y catalogó 50 variedades, indicando que existían y había clasificado 382. Las variedades mallorquinas son ordinariamente dulces, duras, redondeadas, de semilla doble y de buen rendimiento de grano. La variedad mallorquina semidura, considerada la más corriente de las clases dentro de la complicada y confusa producción almendrícola de las Baleares es la Poteta, introducida en la península como  buena polinizadora de la Catalana Desmall Llargueta.
Es el primero de los árboles caducifolios en florecer en primavera, debido a su rápida reacción a las subidas de temperaturas. En Mallorca se distribuye por toda la Isla, si bien es especialmente abundante en los municipios de Marratxí, Bunyola y Sóller, coincidiendo con las mayores zonas productoras de almendras. También hay muchos árboles en Santa Maria, Sencelles, Lloseta y Selva.
Para disfrutar de este espectáculo, se recomienda visitar los monasterios que se encuentran en las cimas montañosas, como los de San Salvador, Bonany y Randa. Desde allí se puede observar el manto blanco que muchos llaman “nieve mallorquina”.  Especialmente atractivo resulta realizar el trayecto en tren entre Palma y Sóller, repleto de campos de almendros, naranjos y limoneros. También ofrecen excelentes vistas los alrededores de Inca, Llucmajor y Felanitx.
La recolecta de la almendra se hace en pleno verano y a la antigua usanza. Es frecuente observar a los payeses con largas varas de madera batiendo las ramas altas para recoger el fruto en una lona que tienden a sus pies.
Con las almendras se elabora la marca de garantía “Ametlla de Mallorca” -un producto dulce y con más proteínas, ácidos grasos e hidratos de carbono que el cultivado en otras regiones- y el emblemático perfume “Flor d’Ametller”. La gastronomía las incorpora en sabrosas recetas populares, como el gató con helado de almendra, la leche de almendra, el turrón de almendra o el aceite de almendra.






























A finales del verano ya podremos recoger sus sabrosos frutos: las almendras.


Fuentes:

1 comentario:

  1. "Como pétalos de almendro". Letra: Jorge Padula Perkins. Música: Rodrigo Stottuth. Canta: Nery González Artunduaga.

    Como flores del almendro
    que anticipan primaveras
    se insinúan en tus labios
    palabras de cosas tiernas.

    Púberes pétalos frescos,
    que se ofrecen y se niegan,
    entre las ramas silentes
    de ilusiones y quimeras.

    Frutos amargos y dulces
    que dan vida o dan veneno,
    acompañan a tus flores
    a lo largo del sendero.

    Tenues, rosadas o blancas;
    delicadas, siempre bellas;
    iluminan los caminos
    y las pasiones despiertan.

    Rebosante de emociones,
    dormidas o descubiertas,
    tu sugieres tentaciones
    que nacen frente a tu puerta.

    Siempre renuevas la vida
    apenas cede el invierno
    y tus labios enamoran
    como pétalos de almendro.

    https://youtu.be/quhTD6GQxco

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